Cuando esta receta llegó a mis manos no estaba muy convencida del resultado, decidí olvidarme un poco de la receta original y la hice a mi aire.
Está muy rica, se la pusimos a los niños en casa sin decirles de qué estaba hecha y se la tomaron sin rechistar, encantados, hasta el final. "-¿Estaba buena verdad? Pues era de brócoli!-" Ja, ja, ja; me encanta hacer estas cosas.
Para 5 personas:
- 500 grs. de brócoli
- dos puerros grandes
- 2 patatas pequeñas
- 400 ml de agua de cocción/caldo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 150 ml de nata o leche
- sal, pimienta y nuez moscada
- queso para rallar/ pimentón de la Vera
- Ponemos a cocer en agua con sal el brócoli y las patatas troceados.
- Mientras cortamos los puerros y los ponemos a pochar en aceite de oliva virgen.
- Antes de que se ponga demasiado tierno sacamos el brócoli del agua y lo salteamos un poco junto a los puerros.
- Añadimos la patata.
- Pasamos todo a una misma cacerola junto a el agua de cocción (o caldo de pollo si lo prefieres) y le incorporamos la nata (o leche si te gusta más líquido) y lo dejamos hervir un poco.
- Añadimos sal, pimienta y nuez moscada y lo trituramos todo muy fino. Si está muy espeso se añade más caldo hasta que esté a vuestro gusto.
- Al servir rallamos queso encima de cada plato. Yo opté por ponerle un chorrito de aceite de oliva virgen y un poquito de pimentón de la Vera.
- Podéis completarlo con jamón, huevo picado, un crujiente de bacon (ir a receta de calabaza al curry), o lo que se os ocurra.